Asma

El asma es una enfermedad respiratoria crónica que se asocia con la inflamación de las vías aéreas. Los síntomas más comunes son dificultad para respirar, tos, opresión en el pecho y sibilancias en la respiración1.

Aunque no se cura, el asma puede remitir de forma espontánea en algunas ocasiones o aparecer de forma espaciada en el tiempo, es decir, que sus manifestaciones no se sufren de forma continua, sino intermitente: pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche2.

Aunque se desconocen sus causas, hay ciertos condicionantes que pueden desencadenar las manifestaciones del asma, como el ejercicio, la exposición a sustancias irritantes en el ambiente, el cambio de estación, las infecciones respiratorias y el contacto con determinadas sustancias que se llaman alérgenos, que están relacionados con la actividad del sistema inmunológico.

El asma puede aparecer tanto en la infancia como en la edad adulta, pero es la enfermedad crónica más frecuente en los niños3.

En España, esta enfermedad afecta aproximadamente al 5% de la población adulta y al 10% de los niños, aunque su prevalencia varía bastante entre las distintas áreas geográficas, con un mayor predominio en zonas de costa4,5.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en todo el mundo se superan ya los 339 millones de personas afectadas, de acuerdo con el Informe Mundial sobre el Asma 2018. En él se recoge que esta enfermedad respiratoria crónica ocupa el puesto 16 entre las principales causas de años vividos con discapacidad y el 28 entre las principales causas de carga de enfermedad6.

Sin el tratamiento y control adecuados, el asma se asocia a un mayor riesgo de enfermedad y discapacidad, por lo que resulta esencial prevenir la aparición de exacerbaciones graves y cumplir correctamente las indicaciones médicas y los controles establecidos1,7.

La pandemia de la COVID-19 ha supuesto para muchas personas con asma y otras enfermedades crónicas la interrupción de su seguimiento, ello puede conllevar importantes riesgos para la salud de los pacientes.

En una encuesta realizada por la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER) sobre la suspensión de citas médicas durante la crisis sanitaria, se pone de manifiesto que la atención sanitaria a estos enfermos crónicos está lejos de normalizarse.

Según los resultados de la tercera oleada del estudio, la mitad de los pacientes con asma seguía a la espera de recuperar las citas presenciales con el especialista un año después de la declaración del primer Estado de Alarma, y un 13,9% afirmaba no ver a su neumólogo desde 20198.

 

Complicaciones del asma

Las exacerbaciones asmáticas, también llamadas agudizaciones, ataques o crisis, son el empeoramiento de los síntomas del asma y la principal complicación de la enfermedad. Se trata de episodios agudos o subagudos de empeoramiento progresivo de los síntomas habituales de asma y descenso del flujo respiratorio, lo que se refleja en un empeoramiento de la función pulmonar. Estos episodios precisan un cambio en la intensidad del tratamiento para evitar un mayor deterioro clínico de la persona afectada1,9.

Las exacerbaciones tienen repercusión en el día a día de los pacientes, ya que causan insomnio, fatiga diurna, una disminución de la actividad y absentismo escolar y laboral. Además, pueden provocar sensación de desánimo y hacer que el paciente sienta que libra una batalla que no puede ganar10-12.

Las exacerbaciones pueden instaurarse de forma rápida (en menos de 3 horas) o de forma lenta (durante días o semanas), y pueden ser leves, moderadas-graves o suponer una amenaza para la vida del paciente1.

Si convives con alguna enfermedad crónica, no te quedes en pausa. Contacta con tu centro sanitario y retoma tus visitas de seguimiento.

 

Recursos sobre el asma

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Referencias:

  1. Guía Española para el Manejo del Asma. GEMA. Disponible en www.gemasma.com
  2. Organización Mundial de la Salud (OMS): https://www.who.int/respiratory/asthma/es/
  3. J. Sirvent Gómez. Cómo y cuándo diagnosticar asma en niños. Diagnóstico y terapéutica del asma en la infancia - Unidad de Neumología y Alergia Pediátrica. Hospital Materno-Infantil. Complexo Hospitalario UniversitarioJuan Canalejo. A Coruña. España
  4. García-Marcos L, Quirós AB, Hernández GG, Guillén-Grima F, Díaz CG, Urena IC, et al. Stabilization of asthma prevalence among adolescents and increase among schoolchildren (ISAAC phases I and III) in Spain. Allergy. 2004;59:1301-7.
  5. Martínez-Moratalla J, Almar E, Sunyer J, Ramos J, Pereira A, Payo F, et al. Estudio Europeo del Asma. Identificación y tratamiento de individuos con criterios epidemiológicos de asma en adultos jóvenes de cinco áreas españolas. Arch Bronconeumol. 1999;35:223-8
  6. The Global Asthma Report 2018. Global Asthma Network (GAN): http://globalasthmareport.org/foreword/foreword.php
  7. Global Initiative for Asthma (GINA). Estrategia global para el manejo y la prevención del asma. Revisado 2017. Disponible en: www.ginasthma.org
  8. Encuesta COVID-19 FENAER - Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias: https://fenaer.es/noticia/un-ano-despues-el-43-de-los-pacientes-respiratorios-siguen-sin-lograr-citas-presenciales-con-sus-especialistas/
  9. Greenberg S. Asthma exacerbations: predisposing factors and prediction rules. Curr Opin Allergy Clin Immunol 2013;13:225–236. doi: 10.1097 / ACI.0b013e32836096de
  10. Partridge MR, Van der Molen T, Myrseth SE, Busse W. Attitudes and actions of asthma patients on regularmaintenance therapy: the INSPIRE study. BMC Pulmonary Medicine 2006, 6:13
  11. World Health Organization. World Health Report. 2011. Asthma Fact Sheet: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs307/en/index.html
  12. Bai TR, Vonk JM, Postma DS, Boezen HM. Severe exacerbations predict excess lung function decline in asthma. Eur Respir J 2007; 30:452–456.

 

 

 

 

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