Fibrilación auricular

La fibrilación auricular (FA) es el tipo de arritmia cardíaca más común. Se debe a una actividad eléctrica anormal del corazón, lo que puede provocar unos latidos irregulares y rápidos.

Debido este ritmo irregular, el flujo de sangre a través del corazón se vuelve turbulento, lo que aumenta considerablemente la probabilidad de que se forme un trombo. En el caso de la FA, esto es así porque la sangre puede quedarse “encharcada” en la aurícula del corazón, lo que aumenta la probabilidad de formación de estos coágulos. Por todo ello, la fibrilación auricular es la causa principal de ictus en el mundo1,2.

Aunque factores como la hipertensión, determinados problemas cardíacos (valvulopatías, angina de pecho, infarto...) o trastornos hormonales contribuyen a incrementar el riesgo de esta enfermedad que puede ser crónica, en un tercio de los casos se presenta sin una causa aparente clara, lo que se conoce como fibrilación auricular idiopática o de causa desconocida1,2.

La fibrilación auricular no siempre provoca síntomas. De hecho, a veces se diagnostica por casualidad en una revisión rutinaria2. Aun así, las manifestaciones más comunes de esta enfermedad son: dolor en el pecho, palpitaciones y taquicardia (latido rápido e irregular del corazón), sensación de falta de aire, náuseas, mareos, sudoración severa y fatiga generalizada1.

En España, se calcula que un 2% de la población global presenta FA, porcentaje que se duplica en el caso de los mayores de 40 años y que alcanza el 18% a partir de los 85 años3.

Según los estudios disponibles, la fibrilación auricular afecta en el mundo a un 1-2% de la población general, aunque su prevalencia aumenta de forma notable con la edad. Además, las previsiones indican que durante los próximos años se incrementarán estas cifras de forma significativa4,5,6.

Así, se estima que una de cada cuatro personas de mediana edad desarrollará FA en EEUU y Europa7,8,9, con lo que la prevalencia se situará alrededor del 3% de los adultos mayores de 20 años10,11, registrándose entre 120.000 y 215.000 nuevos diagnósticos cada año en la Unión Europea12,13,14.

Con un tratamiento y seguimiento adecuados, el pronóstico de la fibrilación auricular es bueno y las complicaciones poco frecuentes, por lo que resulta fundamental cumplir correctamente las indicaciones médicas y los controles establecidos2.

La pandemia de la COVID-19 ha supuesto para muchas personas con FA y otras enfermedades crónicas la interrupción de su seguimiento, lo cual puede conllevar importantes riesgos para la salud de los pacientes.

En este sentido, el Grupo de Trabajo de Trombosis Cardiovascular de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) advertía en un artículo publicado en septiembre de 2020 que la irrupción del coronavirus había generado una reducción importante de la actividad asistencial en España15.

Según estos especialistas, el retraso en la solicitud de atención médica y las dificultades surgidas para la atención en los centros de salud y en hospitales muchas veces colapsados probablemente tendrá una repercusión pronóstica, con riesgo de que se incremente la morbimortalidad. En su artículo, la sociedad científica también ponía de manifiesto que la situación sanitaria vivida como consecuencia de la pandemia condicionaba la optimización del tratamiento antitrombótico, el que reciben muchas de las personas con fibrilación auricular15.

 

Complicaciones de la fibrilación auricular

La complicación más grave de la fibrilación auricular es la embolia o infarto cerebral, el principal riesgo asociado a esta enfermedad. De hecho, la FA es una de las principales causas de ictus en el mundo, pero también de insuficiencia cardíaca, muerte súbita y morbilidad cardiovascular2,16,17.

Diversos estudios epidemiológicos han mostrado que la fibrilación auricular multiplica de 2 a 6 veces la probabilidad de sufrir un ictus y también multiplica de 1,5 a 2,2 veces la mortalidad por cualquier causa18,6,7.

Algunas de las complicaciones asociadas a la fibrilación auricular son16:

  • Accidente cerebrovascular (ictus)
  • Insuficiencia cardiaca y muerte súbita
  • Deterioro cognitivo y demencia vascular
  • Depresión

 

Si convives con alguna enfermedad crónica, no te quedes en pausa. Contacta con tu centro sanitario y retoma tus visitas de seguimiento.

 

Recursos sobre fibrilación auricular

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Referencias:

  1. Nesheiwat Z et al. Atrial fibrillation. 2020. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK526072/
  2. Fundación Española del Corazón. Información para pacientes: https://fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-cardiovasculares/fibrilacion-auricular.html
  3. Gómez-Doblas JJ, López-Garrido MA, Esteve-Ruiz I, Barón-Esquivias G. Epidemiología de la fibrilación auricular. 2016; 16(S1):2-7. doi: 10.1016/S1131-3587(16)30007-3
  4. Stewart S, Hart CL, Hole DJ, McMurray JJ. Population prevalence, incidence, and predictors of atrial fibrillation in the Renfrew/Paisley study. Heart, 86 (2001). http://dx.doi.org/10.1136/heart.86.5.516
  5. Majeed A, Moser K, Carroll K. Trends in the prevalence and management of atrial fibrillation in general practice in England and Wales, 1994-1998: analysis of data from the general practice research database. Heart, 86 (2001). doi: 10.1136 / corazón.86.3.284
  6. January CT, Wann LS, Alpert JS, et al. 2014 AHA/ACC/HRS guideline for the management of patients with atrial fibrillation: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines and the Heart Rhythm Society. J Am Coll Cardiol. 2014. doi: 10.1161 / CIR.0000000000000040.
  7. Go AS, Hylek EM, Phillips KA, et al. Prevalence of diagnosed atrial fibrillation in adults: national implications for rhythm management and stroke prevention: the AnTicoagulation and Risk Factors in Atrial Fibrillation (ATRIA) Study. JAMA. 2001;285(18):2370-5. DOI: 10.1001 / jama.285.18.2370
  8. Heeringa J, van der Kuip DA, Hofman A, et al. Prevalence, incidence and lifetime risk of atrial fibrillation: the Rotterdam study. Eur Heart J. 2006;27(8):949-53.
  9. Lloyd-Jones DM, Wang TJ, Leip EP, et al. Lifetime risk for development of atrial fibrillation: the Framingham Heart Study. Circulation. 2004; 110(9):1042-6
  10. Bjorck S, Palaszewski B, Friberg L, et al. Atrial fibrillation, stroke risk, and warfarin therapy revisited: a population-based study. Stroke. 2013; 44(11):3103-8.
  11. Haim M, Hoshen M, Reges O, et al. Prospective national study of the prevalence, incidence, management and outcome of a large contemporary cohort of patients with incident non-valvular atrial fibrillation. Journal of the American Heart Association. 2015;4(1):e001486.
  12. Zoni-Berisso M, Lercari F, Carazza T, et al. Epidemiology of atrial fibrillation: European perspective. Clinical epidemiology. 2014;6:213-20.
  13. Colilla S, Crow A, Petkun W, et al. Estimates of current and future incidence and prevalence of atrial fibrillation in the U.S. adult population. The American journal of cardiology. 2013;112(8):1142-7.
  14. Krijthe BP, Kunst A, Benjamin EJ, et al. Projections on the number of individuals with atrial fibrillation in the European Union, from 2000 to 2060. Eur Heart J. 2013;34(35):2746-51.
  15. Vivas D, Roldán V, Esteve-Pastor MA, Roldán I, Tello-Montoliu A, Ruiz-Nodar JM, Cosín-Sales J, Gámez JM, Consuegra L, Ferreiro JL, Marín F. Recomendaciones sobre el tratamiento antitrombótico durante la pandemia COVID-19. Posicionamiento del Grupo de Trabajo de Trombosis Cardiovascular de la Sociedad Española de Cardiología. Rev. Española de Cardiología. Vol. 73. Núm. 9. DOI: 10.1016/j.recesp.2020.04.006
  16. Kirchhof P, Benussi S, Kotecha D, et al. 2016 ESC Guidelines for the management of atrial fibrillation developed in collaboration with EACTS. Eur Heart J. 2016;37(38):2893-962. https://doi.org/10.1093/eurheartj/ehx039
  17. Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Grupo de Educación en Salud para la Ciudadanía. https://www.fesemi.org/informacion-pacientes/conozca-mejor-su-enfermedad/fibrilacion-auricular
  18. Atrial Fibrillation Investigators. Risk factors for stroke and efficacy of antithrombotic therapy in atrial fibrillation. Analysis of pooled data from five randomized controlled trials. Arch Intern Med, 154 (1994), pp. 1449-1457. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8018000/

 

 

 

 

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